Con la vuelta al cole, la mayoría de familias regresan a los hábitos cotidianos no solo domésticos sino también alimentarios. Atrás quedan las vacaciones con sus helados, algún exceso gastronómico y comidas a deshoras. El inicio del curso escolar y la llegada del otoño son un buen momento para realizar una “puesta a punto” y volver a retomar hábitos alimentarios saludables en familia y promover las mochilas saludables.
En el caso de los niños, una alimentación sana y equilibrada va a repercutir de forma importante en su salud, defensas, concentración y rendimiento escolar. En este sentido, el desayuno es uno de los momentos clave del día. Hay que evitar opciones poco saludables como la bollería industrial o las galletas que además de grasa llevan azúcares refinados. Los zumos de tetrabrik o los batidos de leche industriales tampoco son la mejor opción para acompañar el desayuno matutino de los más pequeños. Todos estos productos pueden causar a la larga problemas de sobrepeso y de exceso de azúcar.
Nuestra recomendación es optar por desayunos más sanos que podemos realizar en casa y que también acaban saliendo más económicos que los que compramos en el supermercado. Antes de salir de casa, es necesario que el niño desayune. No puede llegar al colegio en ayunas ya que ello afectará claramente a su concentración y bienestar tanto físico como emocional. Las prisas no pueden ser tampoco una excusa pues es recomendable invertir al menos entre 10 y 15 minutos en este primer desayuno y debe realizarse sentado y en un entorno tranquilo sin distracciones tecnológicas como televisión, tablets o móviles.
Algunas de nuestras propuestas para desayunar en casa incluirían:
- Un zumo natural de fruta y verduras o un batido.
- Una taza de bebida vegetal con cereales de avena y cacao puro y fruta.
- Yogur de oveja o de cabra con fruta o mermelada casera y/o granola (cereales de muesli caseros).
- Tostadas de pan de espelta o centeno o trigo sarraceno con proteína vegetal con aguacate o con un poco de aceite o queso fresco de cabra y/o oveja.
Recomendamos evitar embutidos debido a las grasas saturadas que llevan.
Una vez en el colegio, a la hora del recreo es necesario volver a ingerir un tentempié para aportar al cuerpo la energía necesaria hasta la hora de la comida.
Algunas recomendaciones para el almuerzo serían:
- Una pieza de fruta acompañada de frutos secos.
- Un zumo natural de fruta y/o verdura.
- Yogur con fruta y granulado de cereales.
- Barritas o bolitas energéticas caseras.
- Una tostada de pan de espelta o centeno o trigo sarraceno con aguacate, atún en conserva o queso fresco.
Para los más golosos y una vez o dos por semana, podemos incluir algún dulce como galletas integrales o un bizcocho de zanahoria, siempre caseros.
¿Qué os parece si este año ponemos de moda en nuestro colegio las mochilas saludables?
Este post lo elaboré para Aprender Cuenta, un proyecto de educación financiera y emprendimiento para niños. Os recomiendo visitar su página!
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